La adaptación a la guardería es un trance díficil tanto para los hijos como para los padres. El pequeño siente angustía porque lo separan de sus padres y sus padres sienten que abandonan a sus hijos. Por eso, lo que debemos hacer como apoyo de nuestros hijos es ayudarlos a adaptarse a la guardería de la mejor manera.
Tanto para los niños de 0 a 3 años que van por primera vez a la guardería como para los que vuelven a las aulas, la adaptación es una situación extraña que requiere su tiempo hasta que logran habituarse.
Especialmente para los niños que van por primera vez, acudir a una escuela infantil es un cambio de vida enorme, un verdadero desconcierto.
De haber compartido su vida con sus figuras de apego como son sus padres, abuelos , tíos, se encuentran en un sitio desconocido, con niños también desconocidos y adultos que no han visto en su vida. Además, tienen que cumplir con rutinas y normas a las que no están acostumbrados. Cualquiera sentiría unas ganas locas de llorar en esta situación.
El niño debería ser acompañado por los padres en el período de adaptación. Necesita el cariño, la contención y la comprensión de su madre, su padre o persona allegada para que consiga acostumbrarse con seguridad.
Lamentablemente muchas guarderías no permiten hacer una adaptación con los padres en el aula o lo hacen durante pocos días pues su presencia entorpece la rutina escolar. También es cierto que por motivos laborales pocos padres pueden hacer una adaptación demasiado extensa.
Lo ideal sería acudir con el niño a clase durante los primeros días, permanecer con él en el ámbito dónde desarrollarán las actividades para ayudarlo a integrarse en el espacio, con sus compañeros y maestra hasta que lo sienta como un lugar seguro.
Aquí os dejo una serie de consejos para hacerles más llevadera la adaptación a la guardería:
- Aunque tengamos más ganas de llorar que ellos, es importante que les demostremos confianza y seguridad ya que somos su figura de confianza.
- Actitud positiva frente a una nueva situación: es importante que le hablemos de la guardería, que la visiten antes de comenzar las clases y evitar cualquier frase negativa relacionada con la escuela infantil.
- Ayudarles a adaptarse a los nuevos horarios. Dejarles que duerman más de lo habitual si es lo que necesitan o acostarlos más tempranos para que al día siguiente estén más descansados. Dejarlos que reacomoden sus horarios de sueño hasta que logren habituarse.
- Contarles historias de niños que van por primera vez a la escuela infantil y describirles qué cosas maravillosas encontrarán en el nuevo lugar.
- Es fundamental mantener una buena comunicación con los profesionales que cuidarán del niño. Tú eres quien mejor le conoce y eres el nexo entre las necesidades del pequeño y sus nuevos cuidadores. Cualquier información que proporcionéis ayudará en la adaptación del pequeño.
- Por último, permitir que el niño exprese sus sentimientos y emociones ante la nueva situación. No todos reaccionan de la misma forman ni consiguen adaptarse en el mismo período de tiempo. Dejarle el espacio que necesita para adaptarse, sin agobiarle.
Debemos tener en cuenta que para el pequeño todo es nuevo y desconocido. Por eso, para quienes van por primera vez tanto para quienes vuelven a las aulas después de las vacaciones es importante que pongamos en práctica todo lo que está en nuestra mano para hacerles más llevadera la adaptación a la guardería.
Yo pienso que es importante para los niños ir a la guardería porque aquí van adquiriendo unas normas y unas rutinas que le beneficiará cuando llegue la hora de entrar al cole. Además se estarám relacionando con muchos compañeros y aprendiendo valores como compratir, ayudar etc.
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